martes, 25 de octubre de 2005

Misceláneo de Ideas

Hoy hay muchas cosas que quiero decir, bueno, desde la semana pasada, pero hoy es el día que me desborda la necesidad de hablar y hablar. Pero no me dentré a darles detalles.

Desde hace unos días me di cuenta de que es importante no dejar de creer, porque si crees en el amor y amas a quién quieres amar, tarde que temprano te amará también. No importan las diferencias, sencillamente, de repente, se dejará vencer - lentamente - y se dará la oportunidad de amarte también. Quizá esa persona no lo entienda fácilmente, pero intentará acercarse, primero por la curiosidad de saber por qué tantan insitencia en ser querida y después se dejará llevar por el convencimiento de ser realmente amada.

Hay mucha gente en búsqueda de ellos mismos o de algo, pero si es algo, no saben qué es, aunque estoy seguro que ese algo es ellos mismos, pero eso lo sabe cada quién. Y es que muchos (y muchas) se pierden haciendo muchas cosas: unos buscan novio(a), otros sexo, quizá trabajo, deportes, gym, belleza, fiestas, alcohol... y cada semana hacen lo mismo, como ritual, como buscando mantener ese estado de bienestar, como si fuera la única forma de no estar solos ni tristes. Quien dice que está perdidademente enamorado de alguien, pero se inmiscuye con alguien más; quien dice que se siente feliz y se emborracha cada fin de semana; quien dice que no le pasa nada y llora a escondidas. ¿Por qué nos permitimos mentirnos así? ¿por qué si hay alguien a nuestro lado, nos damos permiso de traicionar, de engañar y mentir? Porque es normal, ¿no? Es normal sentirse vacío y querer llenar ese espacio de cualquier forma. Me interesa alguien (y ¿la amo?), pero a la vez necesito más que a ese alguien. Entonces yo creo que no te interesa como tú dices (menos, la amas), si no que te engañas, porque aunque dices que sólo la necesitas para amar, la verdad, es que quieres que te amen para no estar vacío y no sabes amar.

Cometer errores es de humanos; la Biblia dice que 'quién dice que nunca ha pecado, entonces ya pecó', es decir, la mentira es un pecado y quién dice que no ha pecado, peca de mentiroso. Por lo tanto, todos pecamos, ó en un sentido más mundano, cometemos errores, la regamos. Es cierto, hay errores que no son propiamente pecados, pero que duelen igual. Quizá mi error es que pienso mucho en algo para no cometer un error; pero hay quiénes no piensan mucho, hacen las cosas, las disfrutan, pero al final sufren por un error. Y no es que todo lo que hagamos va a dar a un error; pero hay decisiones cruciales, que no se deben tomar a la ligera. Creo que si algo vale la pena, vale la pena esperar por eso, porque la recompenza será mayor.

Y si nunca te has preguntado quiénes son tus amigos, pregúntatelo. Pero recuerda esto: deben amarte, interesarse sinceramente por ti y son humanos. Quien ama, sabe perdonar y no busca su propio interes. Los amigos son humanos y se equivocan a veces. El verdadero interes de uno al otro sólo puede llevarlos a susperar sus diferencias y seguir adelante, en vez de mellar el camino recorrido.

Deja a los filosofos pensar; no vamos a resolver a tu mundo, pero ayyudaremos a verlo desde otro punto de vista. Los quiero a todos.

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