martes, 19 de diciembre de 2006

Sí… Sólo Veracruz Es Bello

Durante el fin de semana estuve en Veracruz. Fue uno de esos viajes que no quise anunciar porque no venía al caso. Pero lo más importante de mi viaje, quizá, fue aprender que en mi casa me aguantan más de lo que yo pienso.

Quizá lo hago inconcientemente, pero de alguna manera busco probar la paciencia de mis Padres conmigo. Puede a lo mejor ser que ya estamos encontrando el equilibrio y no importa el humor que yo traiga, sencillamente podemos llevarnos bien sin entrar en entredichos o malos entendidos entre nosotros. Eso es muy bueno y un paso importante en nuestra relación.

También pude ver que – aunque les ha costado – han aprendido a darme mi lugar como persona. Sí, siento a que a la mayoría de los padres les cuesta trabajo entender que como hijos llega un momento que necesitamos tomar nuestras propias decisiones… para bien o para mal; a su vez, eso no les permite ver que algunos queremos nuestra independencia política de ellos, porque la económica la hemos alcanzado. Parece que los Chahuispadres van por buen rumbo en eso; creo que es bueno, porque disminuye cierta ansiedad en ellos y les permitiría disfrutarme más cada vez que nos vemos, en vez de querer tomar su papel de Padres/Mandatarios.

También pude saludar a Samael. Viejo, lo siento por no haberme reportado el domingo, es sólo que andaba muy peído y preferí salir con mis papas, aprovechando que había algún tiempo libre… if you know what I mean. Como quiera, saludos a tu mami and your girl. Ah, por cierto, muchas gracias por el disco… inmerecido regalo, no por tratarse de The Mars Volta, si no por el detalle. Debemos hacer algo con respecto a que tu gente cree que soy un amigo imaginario… aunque eso podría darle otra dimensión al blog, ¿eh?

Este fin de semana me preocupé… creo que empiezo a desarrollar una especie de miedo por volar en avión. No sé, creo que todo comenzó en el viaje a Guadalajara (para la boda de Goose y Cruz). No entiendo cómo, lo que sí es que puede ser algo así como una especie de histeria colectiva (de Mamá, que me ha contagiado) o algo degenerativo en psiquis. También puede ser la vibra de algunas personas que viajan conmigo.

Ahora, ya volé por Viva Aerobus. Seré lo más objetivo posible. Para empezar, por razones del clima, el avión se atrasó desde su primera salida, así que para la hora de mi vuelo ya eran 6 horas de retrazo. El avión salía a las 2:20 pm y terminé saliendo a las 7:00 pm; no nos dieron nada por la espera, o sea, en otros vuelos, cuando se atrasan más de una hora te pichan una comida o te dan descuento o algo así… no pues aquí no. En el avión no te dan ni agua. No sé si porque salimos tan aprisa, al piloto se le olvidó dar la señal de que ya había terminado el ascenso y por lo tanto ya se podían usar aparatos electrónicos permitidos. El avión no era nuevo; parece que de los dos que tienen, uno es nuevo y el otro no; desde que nos subimos no muchos se sentían tranquilos por eso. ¿Puntos buenos? El viaje estuvo tranquilo; la realidad es que el piloto llevó bien el avión (créanme he estado en viajes que el piloto tiene sangre de minibusero); será que tenía rato que no viajaba en un avión tan grande, pero pues el movimiento es un tanto más sensible – creo yo – y pues de repente si sentí el viento que pegaba contra el avión y unas turbulencias leves (que de hecho, se me hace que para no poner nervioso a nadie, el piloto no aviso de ello). Algo que ni fu, ni fa, es que en Monterrey el avión llega a la Terminal C, o sea, no sé si sea de carga en general, pero por lo menos UPS sale de ahí. No sé si quedé invitado a volver a volar en Viva Aerobús… por lo menos lo descubriré hasta dentro de un año.

En fin, hoy regreso al trabajo, a ver qué me espera… lo mejor es que en tres días estaré de camino a Guadalajara y si le agregan unas horas, estaré de camino a Tequila. Ahí ahogaré las penas.

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